No todo el mundo puede permitirse unas vacaciones de verano por todo lo alto, pero eso no significa renunciar a tener unas días para desconectar y disfrutar del tiempo libre. Apunta unos sencillos trucos y, sean cuales sean tus circunstancias, aprende a saborear la experiencia.
El coche, a punto
Son un clásico del verano los largos desplazamientos en coche, por ejemplo, para ir a la playa. Recuerda unos sencillos trucos al conducir para ahorrar combustible: no pises al acelerador cuando arranques, usa marchas largas siempre que puedas, corre cuando el motor alcance la temperatura idónea, apaga el motor en las paradas… Gastarás menos si no sobrecargas el coche y si las ruedas están bien llenas.
Ahorra en combustible
A la hora de repostar, fíjate bien en el precio de las gasolineras, algo que puedes hacer previamente desde la página web de la organización de consumidores OCU.
En todo caso, lo mejor es utilizar medios de transporte alternativos, como los autobuses públicos o la bicicleta, siempre que sea posible. La mejor manera de descubrir un lugar nuevo es andando.
Vuelos de bajo coste
El buscador de vuelos online Skyscanner estudió el mejor momento para reservar un vuelo, según el destino: desde 10 semanas antes para ir de Barcelona a Ámsterdam hasta 16 semanas antes para ir de Madrid a Roma. Un vuelo Madrid – Nueva York habría que reservarlo 8 semanas antes.
La antelación, la creación de alertas, mirar las ofertas de última hora, aprovechar promociones… Todos son trucos para volar barato.
Alojamientos económicos
Si te gusta el ambiente juvenil y cosmopolita, no te importa dormir con un nutrido número de desconocidos en una misma habitación ni le pones pegas a compartir baño, lo tuyo es un hostel.
También puedes practicar couchsurfing, sistema basado en el intercambio de hospitalidad: te dejo dormir gratis en mi casa hoy, puede que mañana lo necesite yo.
O intercambiar tu casa o tu piso por el de alguien en vacaciones, de forma que ambas partes os alojáis gratis en lugar de residencia del otro.
Alternativas a los largos viajes
Si no puedes irte de vacaciones varios días, reserva los fines de semana o días sueltos para practicar actividade que te gustan: deportes, salidas al campo, lectura, fotografía, baños en la piscina…
También puedes organizar selectas citas en casa, con familiares y amigos. Los buenos momentos no tienen por qué venir a cientos de kilómetros.